UMBERTO

AG

Mi niñez fue muy difícil, ya que sufrí maltratos físicos y verbales por parte de mis familiares. A los 8 años estuve a punto de quitarme la vida, al lanzarme de un precipicio. En ese mismo momento apareció un hombre que me tomó por un brazo y me lanzó al pasto. Era un ángel del Señor que ya me cuidaba.

A los 30 años llegué a México por motivo de trabajo. Era una empresa turística, en la cual trabajé como músico profesional. A los 44 años participé en una reunión de oración y una pastora oró por mí, sentí un peso inmenso sobre mis hombros como si las piernas me fueran a explotar. En medio de mi quebranto, la pastora me dijo que fuera a la habitación y que me arrodillara para hablar con Dios.

A partir de ese día empecé a orar y no paré por los siguientes tres años, sin embargo, seguía en pecado. Tenía 4 esclavitudes por las cuales oraba: las mujeres, la mentira, el alcohol y los juegos de azar. Un día, muy desesperado pensé una vez más en quitarme la vida. Pensé en subirme al auto y acelerar, estaba realmente decidido. Le reclamé a Dios en la oscuridad de mi habitación, cuando de repente me invadió una sensación de paz, vi y sentí una intensa luz que me calentaba la mejilla izquierda, también escuché una voz que me decía, “hijo mío, ya aprendiste la lección, ven a mí que yo te estoy esperando.”

Mi vida cambió totalmente, Dios me liberó de mis esclavitudes. Mi manera de ser y de actuar ya no eran las mismas. Dejé de vivir por mi cuenta y comencé una vida de Fé, en donde Dios está en primer lugar.

He probado la bondad de Dios en varios aspectos, incluso cuando le pedí que me diera una esposa antes de comenzar el ministerio de alabanza. El Señor me la mostró en un sueño 6 meses antes de conocerla, y me dijo: “Ella es tu esposa”. Hoy estoy casado con Rachel Duarte y estoy feliz con todo lo que el Señor ha hecho en mi vida. Jesús me rescató y me liberó del pecado. He perdonado a todos los que me lastimaron cuando era niño, en especial a mi padre.

El llamado de Dios

Desde mi conversión sentí el deseo de servir al Señor como músico. Sin embargo, todas las puertas se me cerraron. En mi angustia clamé al Señor y al tercer día de oración, a las 4:30 de la madrugada escuché la voz del Señor que me dijo: “Umberto escribe lo que te voy a decir”.
En ese momento, el Señor me dio las letras de las canciones, las cuales hasta el día de hoy suman un total de 40. Para honor y gloria de su santo nombre, ya tengo un disco grabado, en donde de manera milagrosa el Señor me ha provisto todos los recursos necesarios para lograrlo.

Mi Galería

Nuevo Lanzamiento

Permíteme ser parte de
tu próximo evento

Mi equipo

Rachel Duarte

Mi esposa y manager. Directora y coordinadora de agenda de Umberto AG.

 

Francisco y Nina Beu

Mentores y Pastores. Representantes del cuerpo de Cristo Iglesia. Casa

Abril Nava

Abril Nava

Media Manager

Creadora de marca, contenido y diseño digital.